La Reducción del Riesgo de Desastres y Argentina… Camino a Ciudades Resilientes.

Por Carlos Eduardo Zaballa

(Consejo de Administración de Fundación Enlaces)

 

 

Pocos días antes de celebrarse la Cumbre Mundial para la Reducción de los Desastres convocada por las Naciones Unidas (Japón, enero de 2005), sucedió el Tsunami que impactó sobre el sudeste asiático en uno de los eventos más dañosos en víctimas humanas de la historia de este tipo de fenómenos.

Esta circunstancia provocó en los participantes de aquel encuentro mundial una imperiosa necesidad de concentrarse en la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD), partiendo de una señal: esos desastres eran cada vez menos “naturales” debido a que los eventos de la naturaleza podían convertirse en catastróficos en mayor medida por el obrar o por el no hacer del propio hombre.

Como fruto de esos debates, se aprobó el Marco de Acción de Hyogo[i] (lleva el nombre de la ciudad japonesa donde se acordó) que estipula cinco prioridades de acción para la RRD en el período 2005-2015 e invita a los países a aplicarlas. Para ello, también propuso la constitución a nivel global, regional, nacional y local, de las Plataformas para la RRD con integración de organismos públicos, instituciones, ONG, sector académico, sector privado, todos ellos coordinados por organismos especializados de los Gobiernos: la temática debe ser responsabilidad indelegable de los Gobiernos, dice Naciones Unidas.

A fines de Mayo de 2013, se celebró la IV Sesión de la Plataforma Global para la RRD en Ginebra (Suiza), organizada por la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres que conduce la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas Sra. Margareta Wälhstrom. Este encuentro continuó los previos encuentros regionales, en el nuestro el de Las Américas celebrado en Santiago (Chile) en noviembre de 2012.

Informe 2013 Avances en Argentina

En el caso de la Argentina, su Plataforma Nacional para la RRD inició su labor en el año 2007 y ha cumplido ya su 10ma. Reunión Plenaria, siendo sus miembros representantes de organismos públicos (nacionales, provinciales, municipales), de instituciones especializadas, Organizaciones No Gubernamentales entre las que se encuentra la Fundación Enlaces, Universidades públicas y privadas, Sector Privado, medios de comunicación, alcanzando su nómina a más de 120 representantes. (Ver: Informe 2013 del Progreso del Marco de Hyogo en Argentina)

La misma se encuentra co-coordinada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, a través de la Comisión Cascos Blancos que es su organismo especializado en la temática, y por el Ministerio del Interior y Transporte, a través de la Subsecretaría de Desarrollo y Fomento Provincial. Cabe aclarar que en esta repartición funcionaba, hasta la última modificación de la Ley de Ministerios, la Dirección Nacional de Protección Civil que ahora pasó a depender del Ministerio de Seguridad Interior, por lo que se desconoce si también se modificará la coordinación referida pasando del Ministerio del Interior al de Seguridad.

La Plataforma no es un organismo de decisión, sino un espacio de encuentro y debate para intercambiar información, mejores prácticas, propuestas para la aplicación del Marco de Acción de Hyogo, con la intención de plasmar ello luego en el obrar de las instituciones participantes así como en el de toda la comunidad –incluyendo gobiernos y personas en general- para alcanzar el objetivo de reducir el riesgo de desastres.

En nuestro país la Plataforma exploró diversos planteos para su desarrollo, siempre sobre la base de dos reuniones plenarias anuales: a) división en grupos conforme a las Prioridades de Acción del MAH, en las que cada miembro se inscribía de acuerdo a su interés reuniéndose por lo tanto participantes de los diversos sectores en cada grupo; b) conferencias brindadas por funcionarios internacionales invitados, fomentando el debate; c) división por sector, es decir organismos públicos entre sí (con una reunión especial para municipios por separado), al igual que ONG, universidades y Sector Privado, todos ellos entre sí, con intercambio posterior de las conclusiones de cada sector.

Pese a estos esfuerzos y si bien la temática de la RRD está alcanzando un consenso generalizado, apoyado sin duda en la recurrencia de eventos que culminan en desastres y en el reclamo que la comunidad hace a sus dirigentes por ello, lo cierto es que no ha logrado hasta el momento la atención de los más altos niveles de decisión: sólo dos o tres Presidentes han concurrido a la Plataforma Global, son escasos los Ministros que lo hacen a esas o a las Plataformas Regionales.

En el caso de la Plataforma Nacional de Argentina nunca han concurrido niveles Presidencial o Ministerial y han sido escasas las participaciones a nivel de Secretario de Estado –en general reducidas a los discursos de apertura o cierre de los encuentros- mientras que habitualmente el nivel mayor de participación es el de Subsecretarios. Estos niveles de participación pueden también extenderse al resto de las instituciones, universidades, ONG o sector privado: concurren dirigentes de decisión intermedia.

Resumen del Marco de Acción de Hyogo

Posiblemente éste sea el problema principal a resolver para la profundización de la implementación del Marco de Acción de Hyogo ( Hyogo-summary-HFP-2005-2015-spanish ), sobre lo que la propia Naciones Unidas al igual que el resto de los participantes de los encuentros han tomado conciencia y se encuentran trabajando para superarlo. Pero por el momento no lo han logrado.

Aún en ese contexto algunos avances se han alcanzado, aunque en muchos casos sin participación directa de la Plataforma Nacional sino por necesidades puntuales de reducir los riesgos de desastres que ha impulsado a algunas áreas a profundizar en estudios y normativas tendientes a ese objetivo. Ello es lo que se muestra en el Informe Nacional del Progreso en la Implementación del Marco de Acción de Hyogo, que nuestro país presenta bianualmente a Naciones Unidas.[ii]

Ciudades Resilientes.

Manual de Ciudades Resilientes para Líderes de Gobiernos Locales

Uno de los programas lanzados por la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres (EIRD) para apoyar al MAH, el de “Ciudades Resilientes”[iii], está encontrando un desarrollo altamente positivo tanto a nivel global como en nuestro país.

El concepto de “resiliencia” es uno de los novedosos en el lenguaje del organismo internacional, que tiene su origen en la ingeniería mecánica desde donde lo tomó la psicología, tras lo cual llega a la RRD como:

“La capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas”.[iv]

O también, de manera similar, como:

“La capacidad que tienen las personas, las comunidades, las organizaciones o los países expuestos a desastres, crisis y vulnerabilidades subyacentes de a) anticipar, b) reducir el impacto, c) y afrontar los efectos de la adversidad, d) para luego recuperarse sin comprometer sus perspectivas a largo plazo”.[v]

Para esta campaña, la EIRD solicita a los intendentes municipales la suscripción del compromiso de cumplimentar los “Diez Pasos Esenciales para lograr Ciudades Resilientes”.[vi]

Son ahora diez las ciudades argentinas que se han registrado en este programa[vii] (la última la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, en junio de 2013 es decir post inundación con más de 50 muertos) y si bien el mayor número  de municipios proviene de la provincia de Córdoba, lo cierto es que las más avanzadas son la ciudad de Santa Fe, provincia del mismo nombre, y la de Posadas (capital de la provincia de Misiones).

En el caso de la ciudad de Santa Fe, debe destacarse además que en el 2011 recibió el Premio Sasakawa instituido por la fundación japonesa del mismo nombre y por la EIRD, en mérito a sus avances para alcanzar los objetivos de ser una ciudad resiliente.

Este esfuerzo, que la ciudad encaró luego de los desastres sufridos en los años 2003 y 2007 con víctimas fatales incluidas, tuvo su recompensa en el 2013: sufriendo el mismo caudal pluviométrico que la ciudad de La Plata, sin embargo la ciudad de Santa Fe esta vez no tuvo ninguna víctima fatal, escasos evacuados al momento mismo de la lluvia (habían sido tempranamente alertados los vecinos), rápidas decisiones en cuanto al transporte público y al funcionamiento de las escuelas logrando así reducir el caos urbano, más el desagote de la ciudad alcanzado en pocas horas lo que permitió recuperar la normalidad en corto tiempo. Si bien restan objetivos por alcanzar, está visto que allí buena parte del recorrido se está cumplimentando.

Pero, debe también decirse, estos ejemplos son excepcionales. De hecho, salvo el reciente caso citado de la ciudad de La Plata, ni la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ni las restantes del Conurbano bonaerense participan de estas campañas plenamente. Algunas, aisladas y para algunos temas, tomaron medidas que pueden incluirse en la RRD pero sin suscribir el compromiso global: un caso es el de la ciudad de Tigre, con la puesta en marcha del Plan de Manejo del Delta.

Lo mismo ocurre a nivel del resto de las provincias: solamente Mendoza y Neuquén están en condiciones de mostrar los avances alcanzados –la cuyana con su legislación sobre la RRD que es de las primeras del país y la del sur con su Plan de los Mapas de Riesgo Integrados que también fuera reconocido por Naciones Unidas en 2012- pero el resto no participa activamente ni de la Plataforma Nacional ni de otros emprendimientos propuestos por Naciones Unidas, concurriendo esporádicamente a los encuentros y careciendo de elementos para exhibir en esta temática.

Argentina y las Plataformas para la RRD.

Pese a ello, Argentina puede enorgullecerse de una asistencia perfecta tanto a la Plataforma Global como a la Regional Las Américas y de contar con una de las Plataformas Nacionales más antiguas, amplia en su conformación, con una producción destacable en su Informe Nacional del Progreso del MAH presentado bianualmente desde su instauración que ha merecido el reconocimiento de la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres.

Además, en el período 2007-2009 presidió el Grupo de Apoyo a la EIRD, y es también uno de los países seleccionados para participar de la discusión del Marco de Acción de Hyogo post 2015.

En la última Plataforma Global realizada en Ginebra, Suiza, en mayo de 2013, la Delegación Argentina expuso a través del Presidente de la Comisión Cascos Blancos reconociendo sus limitaciones, entre ellas los sucesos acaecidos en la inundación que afectó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al área Metropolitana y a la ciudad de La Plata (“lo hacemos con la sensibilidad y el dolor a flor de piel” [viii]), pero rescatando los avances alcanzados, en particular en lo relativo a las alertas tempranas, a la articulación entre la adaptación al Cambio Climático y la RRD, a la gestión integral del riesgo con participación comunitaria, a los avances subregionales que pueden servir a las buenas prácticas nacionales, al involucramiento del sector académico así como del no gubernamental  y del sector privado, al compromiso solidario de la comunidad.

Y en ello seguramente se podrá apoyar con solidez nuestro país para alcanzar los objetivos de la RRD: trabajando con mayor profundidad en esos aún incipientes avances, mejorando la vinculación entre el conocimiento y los tomadores de decisión, involucrando a más altos niveles gubernamentales con peso para la aprobación de normativas y para su posterior implementación, aplicando presupuesto para los planes de la RRD, insistiendo con el rol crucial de la participación comunitaria como protagonista esencial de la Reducción del Riesgo de Desastres.

Este puede ser el camino. El desafío –seguramente- deberá ser que no se quite el tema de la agenda pública más allá de que algunos desastres sufridos salgan de la tapa de los diarios y, por ende, del interés de los dirigentes de turno. Invirtiendo hoy para un mañana mejor. Siempre pensando primero en las posibles víctimas, en los vulnerables y en los “vulnerabilizados[ix]. En los más necesitados de nuestros hermanos.


[i] Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, ver Anexo

[ii] Los Informes Nacionales pueden encontrarse en  www.PreventionWeb.net, HFA Monitor. http://www.preventionweb.net/files/28905_arg_NationalHFAprogress_2011-13.pdf

[iii] Ver www.unisdr.org

[iv] Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres, glosario.

[v] Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, “El camino hacia la resiliencia, Junio de 2012.  http://www.ifrc.org/PageFiles/96178/1224500-Road%20to%20resilience_Sp_Web.pdf

[vi] EIRD, “Diez Pasos Esenciales para lograr Ciudades Resilientes”, ver Anexo: Ciudades Resilientes – Diez pasos esenciales

[vii] Campaña Ciudades Resilientes, inscriptos: Municipios de Santa Fe (Pcia. Santa Fe), Posadas (Pcia. Misiones), Vicuña Mackenna, La Cautiva, Bulnes, Del Campillo, Huinca Renancó, Sampacho y Las Higueras (todos Pcia. Córdoba), La Plata (Pcia. Buenos Aires).   ver informe

[viii] IV Sesión de la Plataforma Global para la RRD – Exposición de la República Argentina, ver Anexo.

[ix]Vulnerabilizados”: aquellos que, pese a sus esfuerzos, han sido puestos por la sociedad en una situación en la que no tienen opciones, quedando así mayormente expuestos ante los desastres.  (Carlos Eduardo Zaballa, conferencia en Seminario “Diálogo con la Sociedad Civil para Rio+20”, Ministerio Público Federal de Brasil, Río de Janeiro 14 de Junio de 2012).

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